Al abordar proyectos de mejora en viviendas y locales comerciales, es fundamental comprender las diferencias entre remodelación y renovación. Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, cada término implica procesos y objetivos distintos que pueden influir en el resultado final de la intervención. ¿Cuáles son las principales diferencias entre remodelación y renovación? Al emprender mejoras en viviendas o locales comerciales, muchas personas se preguntan si es mejor optar por una renovación o una remodelación. Aunque estos términos se usan indistintamente, implican procesos muy diferentes. Entender sus características y beneficios es fundamental para elegir la opción adecuada. En este artículo, exploraremos las diferencias clave, los beneficios de cada opción y cómo tomar la mejor decisión según tus necesidades. Definición de Renovación La renovación se centra en actualizar o modernizar un espacio existente sin alterar su estructura fundamental. Este proceso busca mejorar la apariencia y funcionalidad mediante cambios estéticos o la sustitución de elementos obsoletos. Por ejemplo, en una vivienda, una renovación podría implicar pintar paredes, cambiar suelos, actualizar instalaciones eléctricas o reemplazar mobiliario anticuado. En un local comercial, podría incluir la modernización de la iluminación, la actualización de la decoración interior o la instalación de nuevos equipos tecnológicos. Definición de Remodelación La remodelación implica modificar la estructura o distribución de un espacio para adaptarlo a nuevas necesidades o preferencias. Este proceso puede conllevar cambios significativos, como derribar o levantar paredes, redistribuir áreas funcionales o ampliar superficies útiles. En una vivienda, una remodelación podría consistir en transformar una cocina cerrada en un espacio abierto que se integre con el salón. En un local comercial, podría suponer la reconfiguración del área de atención al cliente para mejorar la circulación o la experiencia del usuario. Diferencias Clave entre Renovación y Remodelación Diferencias entre Remodelación y Renovación para Viviendas y Locales Comerciales Aunque se trate de reformas, evidentemente no es lo mismo una reforma de local comercial que de vivienda. Veamos las diferencias sutiles entre unas y otras. Pasos para Decidir entre Renovación y Remodelación al emprender tu reforma de vivienda en Bilbao Comprender las diferencias entre renovación y remodelación es esencial para planificar adecuadamente cualquier intervención en viviendas y locales comerciales. Mientras que la renovación ofrece una actualización estética y funcional sin alterar la estructura, la remodelación permite transformar y adaptar los espacios a nuevas necesidades mediante cambios más profundos. La elección entre una u otra dependerá de los objetivos específicos, el presupuesto, el tiempo disponible y las particularidades de cada inmueble. Más Diferencias entre Remodelación y Renovación: Beneficios de la Renovación y la Remodelación Beneficios de la Renovación Beneficios de la Remodelación Errores Comunes al Elegir entre Renovación y Remodelación Sabiendo las diferencias entre remodelación y renovación, ¿cuál es mejor para ti? Cuando Optar por una Renovación Cuando Elegir una Remodelación Diferenciar entre renovación y remodelación es esencial para planificar eficazmente una intervención en tu vivienda o local comercial. La renovación es ideal para modernizar y mejorar el aspecto del espacio con inversiones moderadas y resultados rápidos. Por otro lado, la remodelación es perfecta para quienes buscan transformar completamente la funcionalidad del espacio, adaptándolo a nuevas necesidades y aprovechando mejor el área disponible. La decisión correcta dependerá de tus objetivos, presupuesto, tiempo disponible y el impacto que desees lograr. Consultar a expertos y planificar cuidadosamente cada etapa garantizará el éxito de tu proyecto.

Entre las diferentes posibilidades que tiene una reforma de vivienda la cocina es uno de los espacios que más se renueva. El concepto de esta estancia ha cambiado radicalmente, pasando de ser un lugar donde solamente se cocinaba a un sitio donde pasar largos momentos en familia o con amigos. Por eso en los últimos años se buscan diseños que aúnan estilo y funcionalidad. Para ello se debe tener en cuenta el triángulo del trabajo en una cocina, un concepto de diseño de interiores que hace referencia a la zona de preparación (el fregadero), la zona de cocción (los fogones) y la zona de almacenamiento de los alimentos (armarios y frigorífico). El triángulo de trabajo en la cocina, ¿qué es? Para entender este concepto podemos decir que una cocina se puede dividir en tres zonas que deben tener conexión entre sí mediante la forma de un triángulo. Las tres zonas principales, la zona de almacenaje (frigorífico), la zona de cocción (fuegos) y de lavado (fregadero y lavavajillas), deben estar dispuestas formando un triángulo. El objetivo de esta disposición es que la persona que vaya a cocinar pueda moverse con rapidez y facilidad, sin obstáculos y con todo lo necesario al alcance de la mano. El triángulo de trabajo debe cumplir una serie de medidas: cada uno de los espacios debe estar separados de los otros por una longitud entre 1,20 y 2,70 metros y la suma los tres lados nunca deberá pasar de los 8 metros. Esto garantiza que el acceso a las tres partes principales sea rápido y cómodo. Tipos de triángulo de trabajo según la cocina A pesar de que en el mercado existen múltiples diseños de cocina, en todos ellos la figura del triángulo resulta fundamental e importante. Cocinas en línea Uno de los diseños más habituales y por el que parece difícil que se forme esta figura geométrica. En este tipo de distribuciones la zona de cocción, lavado y almacenaje están en el mismo lado pero a una cierta distancia las unas de las otras. Cocinas en paralelo o con isla Este tipo de cocinas es donde el triángulo es el más fácil de montar. Un lado lo utilizaremos para el almacenamiento y el otro para el fregadero y la zona de cocción. Cocinas en forma de L y U En este tipo de diseño la disposición de los elementos es bastante sencilla al tener dos filas de muebles que se instalan en ángulo recto. Al igual que en la cocinas paralelas, lo habitual es que la zona de lavado y cocción vayan en un mismo lado y la zona de almacenaje en el otro. En el caso de que tenga en forma de U cada uno de los lados deberá tener una zona de trabajo, siempre y cuando no superen los 2,7 metros de distancia máxima. El diseño de la cocina en cualquier reforma de vivienda es una de las partes más comunes y complicadas. Más allá de la distribución y la funcionalidad, se deben tener en cuenta otros aspectos como la instalación eléctrica y de fontanería. Por eso, en este tipo de escenarios la apuesta por profesionales es la opción más adecuada. No solo para instalar un triángulo de trabajo adecuado, sino para lograr una estancia funcional a la par que moderna.

En algunas ocasiones el resultado de una reforma de vivienda no es el esperado; por suerte una obra mal ejecutada o inacabada nos da derecho a reclamar y exigir que se cumpla lo pactado entre ambas partes. ¿Cuánto tiempo tenemos para reclamar una reforma? Ya lo dice el dicho, a veces lo barato sale caro; por lo que si hemos decidido hacer obra en nuestro hogar, lo más conveniente es apostar por una empresa de reformas con experiencia. Es recomendable hacer una pequeña investigación previa y evitar que nos den gato por liebre. Podemos pedir consejo a familiares y amigos, el boca a boca suele dar resultados. Buscar opiniones en internet o que las diferentes empresas nos enseñen fotografías de otros proyectos que han llevado a cabo suele ser decisivo a la hora de elegir la empresa con la que llevar a cabo nuestra reforma. Plazo para reclamar las obras de una reforma El plazo de garantía para reclamar una reforma de vivienda viene regido en el Código Civil. Según esta legislación, los propietarios tienen hasta 5 años para presentar una queja desde la finalización de la obra. Sin embargo, este plazo puede variar teniendo en cuenta los fallos encontrados y su tipología. Si se trata de vicios ocultos, estamos hablando de 6 meses. Defectos de la estructura, es decir, errores que pongan en peligro la seguridad y estabilidad de la vivienda, el plazo es de 10 años. Fallos en las instalaciones, electricidad, fontanería etc., el tiempo es de 3 años. Desperfectos en los acabados, 1 año. Si hemos decidido presentar una demanda por obra no terminada o realizada de forma incorrecta, podemos solicitar una indemnización por daños y perjuicios. Lo más recomendable, antes de llegar a esta situación, es hablar con quien se haya encargado del proyecto e intentar solventar el problema. La normativa establece que el afectado puede solicitar que se pague la factura de los profesionales que tuvieron que trabajar para finalizar/arreglar la obra o la devolución del dinero correspondiente. Eso sí, es importante aportar documentación que demuestre lo que solicitamos. Facturas, contrato de obra, presupuesto etc., cuanta más información tengamos, mejor será para nosotros. ¿Puedo negarme a pagar una obra mal hecha? En un principio la legislación ampara al propietario si decide negarse a pagar una obra mal ejecutada. Sin embargo, es importante notificar este hecho y reunir las pruebas antes de hacerlo. Por ello es recomendable redactar un contrato antes de comenzar cualquier reforma; un documento donde se reflejen los trabajos a realizar, los materiales, los importes de pago y el plazo de ejecución. Si nos queremos vernos entrometidos en este tipo de escenarios, lo más aconsejable es apostar por una empresa de reformas de vivienda con experiencia. Además, no debemos tener reparo en solicitarles todo tipo de información y que nos resuelvan todas nuestras dudas. Una obra puede traer muchos quebraderos de cabeza, por lo que debemos asegurarnos de que confiamos en los profesionales adecuados.

Tener una habitación pequeña es algo bastante habitual. Dependiendo de los metros cuadrados de nuestra vivienda y de cuántos seamos en casa, seguramente a algún miembro de la familia le toque dormir en la estancia más diminuta. Lo ideal para que todos dispongan de un espacio adecuado es hacer una reforma de vivienda, pero en algunos casos o no queremos meternos en líos o no hay presupuesto para ello. De todas formas, eso no impide que podamos crear un ambiente moderno, acogedor y que cubra nuestras necesidades. Referente a este aspecto es importante saber aprovechar al máximo el espacio en habitaciones pequeñas para no echar en falta nada. Además de pensar en aprovechar el máximo espacio posible, también debemos tener en cuenta la decoración, el mobiliario etc. Cabe recordar que es un espacio de pequeñas dimensiones, por lo que tenemos que combinar funcionalidad y estilo a partes iguales. Por ejemplo, pintar esta estancia de colores claros y neutros hará que parezca más grande. Hay que aprovechar cada metro cuadrado de este espacio y para ello existen algunos “trucos” o consejos que además de dar más amplitud, podremos cubrir todas nuestras necesidades. ¿Cómo se debe organizar una habitación pequeña? Lo primero que debemos tener en cuenta es la cama. Probablemente saber dónde ubicarla es importante para tener más o menos espacio. Colocarla en medio o pegada a la pared son las opciones más recomendables. Si ubicamos la cama en el medio, obtendremos espacio a los lados para poner un armario o un escritorio. Este es un factor clave para darle mayor funcionalidad a nuestro pequeño dormitorio. Después de la cama, es hora de pensar en armarios y cómodas. Aquí la opción más recomendable son los muebles a medida. Merece la pena hacer este gasto, ya que contaremos con un armario que se adapte perfectamente a nuestras necesidades. Además podemos hacerlo abierto o con puertas correderas, si no tenemos espacio para abrirlas. Otro factor importante es aprovechar cada rincón. Una cama con canapé o con estructura de almacenamiento te ayudará a contar con un espacio extra de almacenaje para aquellas cosas de uso poco habitual. Por su parte, las baldas o estantes son el elemento perfecto para guardar cosas o para poner algún elemento decorativo que refleje nuestro estilo o personalidad. Por último, podemos conseguir más espacio evitando lámparas en la mesita de noche y poniendo apliques. En ocasiones no hace falta invertir mucho dinero para hacer una reforma de vivienda o de una habitación para conseguir más espacio. Existen diferentes alternativas para aprovechar todo el espacio en habitaciones pequeñas. De todas formas, si prefieres darle un lavado de cara a tu hogar, siempre podrás confiar en profesionales. Una empresa de reformas se encargará de escuchar tus ideas, resolver tus dudas y hacerlas realidad.

Hacer una reforma de vivienda no siempre está destinada para incrementar nuestro confort. En algunas ocasiones, algunos particulares ya sean porque han heredado o porque se dedican profesionalmente a ello, contratan los servicios de empresas de reformas para darles un lavado de cara para su posterior venta. Pero de entre todos los trabajos que se pueden realizar, ¿cuáles son las reformas más indicadas para aumentar su valor? Ya sea de forma parcial o integral, hacer frente al proceso de adaptar una propiedad a los estándares decorativos o funcionales dará un aspecto más moderno y actual a la vivienda. De hecho, diversos estudios estiman que hacer frente a esta labor puede revalorizar la casa entre un 20-30%. De todas formas, este dato no solo se estima con la obra a realizar. Se deben tener en cuenta otros aspectos como la zona, su estado o el número de metros cuadrados. Por eso, la apuesta por profesionales nos ayudará a saber qué tipo de reformas son las más indicadas para sacarle el máximo beneficio. ¿Cuál es la mejor forma de aumentar el valor de una casa? Como hemos dicho anteriormente, son muchos los trabajos que se pueden realizar para lograr nuestro propósito. Dependiendo de nuestras intenciones, haremos más hincapié o no en nuestra reforma, pero es aconsejable hacer frente a las siguientes obras: Reforma de cocina Un aspecto primordial. La cocina ha pasado a ser un espacio donde se aúna decoración y funcionalidad a partes iguales. Con esto, no nos referimos a que tires la cocina entera, sino que apuestes por mobiliario más actual. Cambiar la encimera, el fregadero o las puertas nos ayudará a dar un lavado de cara sin gastar mucho dinero. Reforma de baño   Al igual que con la cocina, en el baño también podemos hacer grandes cambios invirtiendo un poco de dinero. Por ejemplo, sustituir la vieja bañera por un plato de ducha o cambiar el alicatado y los sanitarios son algunos de los trabajos más comunes. Sustitución de ventanas   La concienciación medioambiental y la factura energética están haciendo que cada vez se le dé más importancia a tener una vivienda bien aislada. La apuesta por ventanas de PVC o de aluminio con rotura de puente térmico ayudará a que la vivienda se mantenga con la temperatura adecuada durante todo el año. Un buen aislamiento térmico revalorizará, y mucho, cualquier inmueble. Pintar paredes   Uno de los trabajos más económicos y más visibles es pintar la casa. Simplemente con esta labor daremos un cambio radical, y además aportaremos una mayor luminosidad. Te aconsejamos elegir colores suaves y claros que dan más amplitud a las estancias. Revisión de las instalaciones   Por último, conviene revisar las instalaciones de fontanería y electricidad. Sabemos que es un trabajo que no se va a ver, pero resulta imprescindible. Asegurarnos de que cumplen con la legislación actual, además de garantizar la seguridad, ayudará a vender la casa más fácilmente, ya que es una labor que no tendrán que hacer los nuevos propietarios. En conclusión, efectuando algunos o todos los trabajos citados anteriormente se aumentará el valor de cualquier propiedad. Ahora bien, para enfrentarse a este tipo de labor se debe planificarla y ejecutarla de forma correcta. Por eso, una empresa de reforma de viviendas es la opción más recomendable. Ellos estarán encantados de asesorarte en todo lo necesario, y si lo deseas, encargarse del proyecto.

A la hora de hacer una rehabilitar una vivienda son muchos los términos que se pueden utilizar: reforma, obra… A pesar de que parecen sinónimos y que muchas personas los utilizan para referirse al mismo término, la realidad es que tienen significados diferentes; por lo que si estamos pensando en adecuar nuestra vivienda a los nuevos estándares, quizá sea conveniente saber las diferencias entre rehabilitación y reforma. Para quienes no estén familiarizados con esta terminología, puede resultar confusa. Pero una buena explicación y un par de ejemplos bastan para diferenciar ambos conceptos. ¿Qué se considera reforma? Cuando hablamos de reforma hacemos referencia a todos aquellos trabajos que conlleven modificar o sustituir tabiques, materiales… Esta labor se suele efectuar cuando la vivienda no es de nuestro gusto y tenemos intención de “actualizarla”, ya sea por las tendencias decorativas o por funcionalidad. Por ejemplo, algunos de los trabajos más habituales de una reforma suelen ser la reforma integral de la cocina, del baño, o cambiar la distribución, entre otro. Este tipo de obras suelen darse cuando se compra un piso de segunda mano y lo queremos poner a nuestro gusto. ¿Qué se considera rehabilitación? El término rehabilitación también consiste en reformar determinados espacios o instalaciones, pero no por estética o funcionalidad, sino por su mal estado. En este caso hablaríamos de rehabilitar tabiques, la instalación eléctrica, los muros de carga, etc.; ya que pueden suponer un peligro para la estabilidad de la vivienda y quienes habiten en ella. Además, este término no solo supone su ejecución en viviendas particulares, también tiene su repercusión en comunidades de vecinos: fachadas, tejados, escaleras… En definitiva, zonas comunitarias que por el paso del tiempo y la falta de labores de mantenimiento, comienzan a deteriorarse. Diferencias entre reforma y rehabilitación Ahora que sabemos en qué consiste una rehabilitación y una reforma de vivienda, diferenciar ambos conceptos es muy sencillo. Cuando hablamos de reforma nos referimos a la parte estética y funcional, mientras que una rehabilitación se realiza porque una parte del inmueble está en mal estado y puede suponer un peligro. Si estás pensando en hacer una reforma o rehabilitación de tu hogar y necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto con una empresa de reforma de viviendas. Sus profesionales sabrán hacer frente a cualquier proceso que necesitas, ya sea para dotar a tu hogar de más funcionalidad y estética o que sea más seguro para los que habitan en ella.

​Una vez que hemos decidido hacer una reforma de vivienda, si somos nosotros mismos los que nos encargamos de ella, seguro que surgen dudas sobre el orden de ejecución. Como particulares no somos profesionales en el tema, por ello a muchas personas les surge la duda de qué es mejor hacer primero: pintar o poner parquet, tarima… en definitiva, arreglar el suelo. Por mucho que una de las respuestas nos parezca la más lógica, hay personas que prefieren empezar poniendo el suelo, mientras que otras personas dan prioridad a pintar las paredes. Lo cierto es que cualquier opción es posible. Desde BDBN Reformas realizamos la coordinación de gremios de forma que la obra se realiza de la manera más rápida y funcional posible. Pintar antes o después de poner el suelo A la hora de coordinar las labores de pintura e instalación de suelo, son muchos los que optan primero por pintar y luego instalar el parquet, tarima etc. Sin embargo, muchos otros también dicen lo contrario. ¿Cuál de las dos opciones es la correcta? La verdad que ambas tienen sus pros y sus contras. A la hora de hacer una obra en una vivienda saber establecer un orden es primordial. De esta manera, se pueden prevenir fallos que deriven en marcas y roturas que impliquen volver a realizar un determinado trabajo. Desde nuestra empresa de reformas solemos recomendar primero pintar la habitación o el salón y después colocar el suelo. De esta forma nos aseguraremos que si cae pintura sobre el pavimento, no lo haga sobre el suelo nuevo. Una vez realizadas las tareas de pintura, entra el parquetista que será el encargado de dejar el suelo a punto. El inconveniente de realizar la reforma en este orden (primero pintar y después colocar el suelo), es que colocar la tarima supone utilizar maquinaria que suele ser de un tamaño considerado. Por lo que cualquier fallo puede acabar con un dañando las paredes y, por ende, la pintura. Por el contrario, si primero ponemos el suelo para después pintar, corremos el riesgo de que caiga la pintura y deje marca. Si aun así escogemos esta opción, recomendamos tapar todo el suelo con plásticos y proceder a pintar. Como podéis ver, cualquiera de las dos opciones es perfectamente realizable, sólo hay que analizar la situación y saber amoldarse al escenario que elijamos. Pintar antes o después de poner el rodapié Relacionado con lo anterior, otro aspecto que genera dudas es si pintar las paredes antes o después que el rodapié. En este caso no hay lugar a dudas: la mejor opción es pintar las paredes antes de colocar el rodapié. Para obtener un resultado profesional, deberemos limpiar y lijar las paredes y reparar cualquier imperfección que encontremos. Una vez hecha esta labor, llega la hora de pintar las paredes de la tonalidad elegida. Una de las prácticas más realizadas últimamente es pintar los rodapiés de colores claros; de esta manera añadimos luminosidad y amplitud al espacio. Si decidimos realizar esta tarea, colocaremos cinta adhesiva tanto en el suelo como en la pared y procederemos a pintar esta superficie. Como decíamos, si optamos por no pintar los rodapiés, basta con colocarlos en su sitio y daremos la obra por finalizada. Estas dudas sobre que se hace primero si pintar o poner el suelo, se suelen dar en bastantes ocasiones. Es por eso que recomendamos contactar con una empresa de reforma de viviendas para coordinar la obra y acabar los trabajos en el tiempo establecido. En BDBN, todas nuestras obras y reformas cuentan con la figura del coordinador de gremios para que en caso de que el cliente tenga una duda, será é el encargado de resolverla.

La concienciación medioambiental está en boca de todos. Particulares, empresas, locales comerciales etc., no dudan en hacer todo lo posible para frenar el calentamiento global. Tal es la repercusión que está teniendo este factor que ha llegado hasta las empresas de reformas de viviendas, ya que cada vez más personas preguntan sobre cómo hacer una casa más sostenible. Una vivienda sostenible ofrece numerosas ventajas, además de colaborar con el medioambiente. El ahorro en la factura del agua, calefacción, gas o electricidad será considerable, por lo que aunque a priori parezca un gasto importante, el ahorro que se obtiene a largo plazo merece la pena. Ya sea en una vivienda particular o en un edificio, existen numerosas opciones para dotar a nuestro domicilio de los recursos necesarios para que sea más eficiente. Para aquellos que desconozcan qué se considera una vivienda sostenible se puede definir como aquella casa que aprovecha las condiciones naturales para disminuir el consumo energético. Es un término que no solo se adecúa al aspecto de construcción de la vivienda con cerramientos, aislamiento de la fachada, tejado etc. También se tiene en cuenta el propio equipamiento de la misma como los electrodomésticos o la iluminación. Reformas para que una vivienda sea más sostenible Para enfrentarnos a una reforma sostenible de vivienda, lo más habitual es tener en cuenta factores importantes como la orientación, el entorno, si tenemos edificios colindantes etc. Lo malo es que, en este tipo de tesituras, muy pocos se ven envueltos, ya que generalmente residimos en un piso. Aun así, siempre podemos adecuar los trabajos a realizar para mejorar nuestro hogar. Por ejemplo podemos efectuar una serie de tareas como: Dentro de estos factores hay dos que merecen un punto a parte; el empleo de materiales locales y la apuesta por energías renovables. La confianza por materiales de cercanía implicará una huella de carbono mucho más reducida. No es lo mismo traer el suelo de una localidad cercana a la nuestra que de otro país. Por lo tanto, confiar en productos de “kilómetro 0” nos ayudará a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Por último, cada vez más particulares y comunidades de vecinos apuestan por las energías renovables para reducir su factura energética. La instalación de placas solares, la aerotermia o la geotermia ayudan a reducir este tipo de costes y su inversión se amortizará en poco tiempo. Ya sea en una obra parcial o integral decantarse por este tipo de factores es una opción muy recomendable. Es una inversión que amortizaremos con el paso del tiempo y otorgaremos un valor añadido a nuestro hogar. Si quieres saber más sobre qué trabajos se pueden hacer para tener una casa sostenible, cualquier empresa de reforma de viviendas podrá asesorarte. ¡Ponte en contacto con BDBN y cuéntanos cuáles son tus intenciones! Nosotros nos aseguraremos de cumplirlas y que tengas un piso eficiente y confortable.